En un calderete se refríen cebolla, ajo, perejil, tomate y guindilla.
Verificada la fritura, se vierte agua natural en una proporción razonable juntamente con los “samarucos” bien lavados, que se dejan cocer a fuego lento.
A lo último de la cocción, se espesa la salsa con harina y agua fría y se aprovecha para rectificar de sal.
Nota: Se llama “samaruco” en la Ribera Navarra al alevín de la rana e igualmente a los de otros peces de río o balsa. El propio Iribarren define en su “Vocabulario Navarro”: “Samaruco: samarugo, renacuajo. (Ribera)”. Efectivamente el “samaruco” es el alevín de la rana en la primera fase de su metamorfosis. Se trata de un bicho cabezón, sin apenas cuerpo y provisto de una pequeña cola. A la reunión de muchos “samarucos” en una acequia o en un cubo se le llama “samaruguina” o “samaruquina”.
Estos alevines de rana (renacuajos), adecuadamente guisados, se ofrecen en un plato de especial sabor que resulta muy apreciado por algunas gentes de la Ribera. Esta receta es proveniente de Tudela (Navarra).
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