En primer lugar se ha de desmigar el pan y poner las migas en un cuenco y las deshacemos un poco más (incluso podríamos pasarla por la picadora).
Ahora le añadimos los dos huevos batidos y una cucharada de azúcar. Lo revolvemos todo bien hasta integrar bien todos los ingredientes. Si queremos, podremos añadirle un poco de leche para hacer los borrachinos un poco más jugosos. Ahora cogeremos trozos de la masa resultante y le daremos forma con las manos de una croqueta un poco aplastada. Freímos estos trozos en abundante aceite y dejaremos que se dore bien por ambos lados.
Los retiramos del fuego y los ponemos en una cacerola, donde le añadiremos los 250 ml de leche, el vino blanco (o sidra), el agua, la caña de canela y 3 cucharadas rasas de azúcar.
Ahora deberemos de mezclarlo todo bien y pondremos la cacerola al fuego, hasta que nos hierva por unos 10 minutos para así evaporar el alcohol.
Ahora sólo nos queda añadir el almíbar a la cacero y dejamos que se cueza lentamente por unos 25 minutos.
Para emplatar distribuimos los borrachinos en platos o en una fuete, le añadimos una pizca de azúcar avainillado por encima de cada uno y les espolvoreamos azúcar glass para decorarlos.
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