Desgranar las habas. Lavar y limpiar bien los ajos con agua abundante para quitarles la tierra. Cortarles los extremos más verdes, secarlos bien con un paño seco y cortar las partes más blancas en trocitos de unos 3 centímetros.
Cubrir el fondo de una sartén con aceite, ponerla al fuego y freír los ajos hasta que estén blandos, entonces sacarlos y dejarlos escurrir durante un buen rato.
Colocar el resto del aceite en una cazuela, ponerla al fuego y echar las habas, dejándolas cocer lentamente, a fuego lento. Cuando estén tiernas, sacarlas y colocarlas en un escurridor para que escurran bien el aceite.
En un bol batir bien las claras de los huevos y cuando estén bien batidas, añadir las yemas y seguir batiendo hasta que se mezcle todo. Entonces añadir los ajos, las habas, la sal y un pellizco de pimienta molida y mezclar bien.
Poner una sartén al fuego, con un poco del aceite de freír los ajos. Echar la mezcla y distribuirla bien por el fondo de la sartén, cuando esté bien echa por un lado darle la vuelta y dejarla cocer por el otro.
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