En un poco de agua templada, no muy caliente, disolver la levadura, la sal y el azúcar.
Sobre el mármol hacer un montón con la harina,
abrir un agujero en el centro y mezclar con la disolución anterior y
resto de agua.
Trabajar la masa y procurar tener las manos siempre embadurnadas de harina.
Hacer un bola y darle uno corte, arropar con unos trapos y dejar reposar una hora (hasta doblar el volúmen).
Hacer ocho bollos y estirarlos en sobre una superficie ligeramente enharinada. Dejar reposar durante veinte minutos tapados con un trapo de cocina.
Calentar el horno a 220 grados, colocar el pan en las fuentes y hornear de cinco a diez minutos, hasta que se inflen.
Para el pan de pita hacer un corte en un lateral y dentro meteremos los ingredientes.
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