Precalentar el horno a 200º C.
Tostar las almendras en una placa de horno unos 12/15 minutos y guardarlas aparte.
Pelar los langostinos y guardarlos aparte.
Poner las cáscaras de los langostinos y la hoja de laurel en un cazo pequeño y cubrir con el agua. Llevar a ebullición, bajar el fuego y cocer 15 minutos. Colar, guardando el liquido y tirando las cáscaras y la hoja de laurel.
En un bol, combinar la harina, sal, pimienta y canela. Pasar las pechugas por esta harina cubriéndolas bien.
En una sartén, calentar la mantequilla y una cucharada del aceite y dorar las pechugas por los dos lados y guardarlas en un plato aparte. En la misma sartén, dorar los langostinos y apartarlos a otro plato.
Añadir el resto del aceite a la sartén y dorar la cebolla. Añadir los tomates y cocer hasta conseguir una pasta. Añadir el anís, el vino y el caldo reservado de cocer las cáscaras del marisco. Cocer hasta reducir a la mitad.
Mientras tanto, usando un mortero, haga una pasta del chocolate, ajo, almendras, perejil, tomillo y orégano y un poco de caldo de arriba. Guardar aparte.
Meter el pollo de nuevo en la sartén y cocer 5 minutos. Añadir los langostinos. Probar la sal y pimienta. Cocer 5 minutos mas para espesar un poco la salsa.
Servir directamente de la sartén con la pasta de chocolate y almendras.
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