Cortar las alitas, reservando sólo la parte que va adherida a la pechuga.
Realizar un corte alrededor del hueso. Bajar la carne hacia el extremo contrario raspando el hueso con el cuchillo.
Quitar el hueso más finito. Modelar la carne formando una bochita.
Combinar en un bol el queso rallado, el pan rallado, el perejil, el ajo y el pimentón.
Cascar y verter los huevos en un recipiente. Mezclar y salpimentar.
Pasar las alitas de pollo por pan rallado y, luego, por huevo. Volver a pasarlas por pan rallado.
Freír las alitas de pollo en abundante aceite caliente hasta que se doren. Retirar y secar las alitas de pollo en papel absorbente.
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