Los filetes se aplastan, con la mano o con la maza, hasta dejarlos bien finos; se sazonan con pimienta y sal.
Se prepara el relleno, cortando finamente los huevos, el jamón, las aceitunas y el pimiento morrón, y mezclándolo todo bien. Se dispone el relleno sobre cada filete y se cierran éstos como sí fueran empanadillas; se traban con un palillo, se pasan por el huevo batido y el pan rallado y se van friendo en abundante aceite caliente; hay que freírlos lentamente para que el calor llegue hasta el interior.
Antes de servir, se les quitan los palillos. Un pimiento morrón ligeramente pasado por la sartén (para que brille bien) y colocado encima de cada filete completa la presentación del plato, que se puede acompañar con patatas fritas o verduras cocidas.
Variedad de este plato son los cachopos, muy extendidos ya tanto dentro de Asturias como fuera: entre dos filetes (no es preciso que sean tan finos como en los filetes rellenos) se disponen unas lonchas de jamón serrano y queso; se empanan con huevo y pan rallado y se presentan en la mesa con una salsa rubia y guarnición de champiñones, guisantes.
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