Hemos de elegir endibias bien frescas, que no tengan las puntas de las hojas marchitas y que además estén bien prietas. Les cortamos la base, de forma que se puedan soltar en hojas, hasta el centro de su cogollo.
Las introducimos en abundante agua adicionada de unas gotas de lejía o vinagre y las limpiamos escrupulosamente, escurriéndolas con agua limpia. Las secamos con cuidado, con ayuda de un trapo o un centrifugador manual de lechugas.
Mezclamos en una taza la vinagreta con el yogur, la nata y el zumo de limón. Colocamos las hojas de endibia limpias en una ensaladera, las salpimentamos y las rociamos con la vinagreta anteriormente mezclada.
Damos unas vueltas, dejamos unos minutos que se empapen del aliño y servimos la ensalada rápidamente. Podemos enriquecer la ensalada añadiendo unos trozos de nuez, jamón o queso en dados o incluso mezclando a la vinagreta una yema de huevo cruda.
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