En primer lugar deberemos de pelar los plátanos y cortarlos en rodajas, congélalos en un recipiente cerrado. También deberemos de pelar las nueces y reservar.
En la batidora trituramos los plátanos con la mitad de las nueces, mientras vamos incorporando poco a poco la lecha, la vainilla y la canela, también se de introducir un poquito de sal, para evitar que nos cristalice y hacer así más cremoso el helado. Al final nos debe quedar una crema densa y sin grumos.
Añadimos el resto de nueces, molidas al grano que queramos, más fino o grueso según nuestro gusto, remuévelo en la crema anterior hasta que quede todo bien mezclado.
Introducimos el helado en un taper hermético, lo cerramos y lo introducimos en el congelador, cada 20 minutos deberemos se sacarlo y remover bien con la cuchara, haremos este proceso 5 veces, con este proceso conseguiremos darle la textura cremosa. Al final lo dejaremos en el congelador.
Para la salsa: Mientras se congela el helado, pasamos por la batidora los arándanos y el ripoe, colaremos para quitar las semillas. Al tamizarla nos quedará una salsa espumosa que será la que se le incorpore al helado al servirlo, también podremos ponerle varios arándanos como decoración.
Variaciones También puedes endulzar con 6 dátiles naturales o con azúcar moreno en lugar de sirope de ágave.
Se puede utilizar leche vegetal como puede ser de soja, almendras, etc.
|