Limpiar y lavar bien los calamares, secarlos con papel absorbente y cortarlos en aros.
Pelar y picar los dientes de ajo y cubrir con ellos los calamares. Dejar macerar en la nevera durante 7 u 8 horas.
Colocar los calamares en una cazuela de barro y cubrirlos con las cebollas picadas, los pimientos verdes troceados, el perejil picado y los tomates pelados y rallados, sin pepitas. Salpimentar, espolvorear con el pan rallado y rociar con aceite.
Dejar cocer muy lentamente, removiendo de vez en cuando para que se mezclen bien los diversos ingredientes.
A media cocción bañar con el vino blanco. Cuando los calamares estén tiernos, retirar del fuego y dejar reposar antes de servir.
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