Lo primero que tenemos que hacer es cortar en trocitos los riñones, mejor si se le quita las grasa y los conductos.
Echo esto se echan en un colador de agujeros grandes y se le echa un puñado de sal, esto se va removiendo de vez en cuando y se deja reposar durante 2 horas para que se elimine todo el orín y queden bien limpios.
Una vez pasadas las 2 horas se pone debajo del grifo y con abundante agua fría se aclaran para que se quite toda la sal y queden bien limpios, pero para que la sal salga mejor, según cae el agua se remueve bien, pasados los 15 minutos se dejan escurrir un poco.
Mientras los riñones se escurren se puede ir cortando la cebolla finamente, los trozos no muy grandes.
Cuando ya estén los riñones escurridos y bien limpios se ponen en una cazuela y se echa por encima la cebolla, se echa también la mantequilla o si se quiere también se puede echar un par de cucharadas de aceite de oliva. Se deja cocer a fuego lento durante 30 minutos.
Ahora que lo tenemos en el fuego se puede ir picando el ajo y el perejil, se añade el vino al ajo y al perejil y cuando hayan pasado los 30 minutos se echa esto y se vuelve a poner otra vez ahora ya todo junto durante 5 minutos más.
Si veis que la salsa no está muy espesa y queréis que se espese un poco se echa el harina de maíz en un poquito agua fría y se echa a los riñones.
Como le hemos quitado el orín con sal tenemos que mirar el punto de sal y si vemos que necesita sal se le añade a gusto del consumidos eso ya cada uno, y se vuelve a poner en la lumbre otros 5 minutos, a quien no le guste el ajo, en vez de ajo se le puede echar un poquito de pimienta molida.
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