Secar la carne con papel absorbente y cortarla en 4 tiras a lo largo.
No quitéis el tocino para que quede más jugoso al asarlo.
Dar 4 cortes en diagonal a lo ancho de cada tira de cerdo, hasta las ¾ partes del espesor, sin separar las tiras.
De este modo penetrará mejor el adobo (y es la presentación tradicional).
Mezclar los ingredientes, a excepción de la miel, para la maceración en un perol.
Añadir las tiras de cerdo y cubrirlas bien con el líquido, pinchándolas con un tenedor para que penetre mejor.
Dejar la mezcla a la temperatura ambiente 4 horas, dando vueltas a las tiras cada 30 minutos con un tenedor, con el que las pincharéis.
Calentar el horno a 190ºC.
Cuando esté caliente, escurrir las tiras de cerdo, reservando el adobo, y ponerlas una junto a otra sobre una rejilla en la parte superior del horno.
En la ranura inferior poner una rustidera con 1-2 cm. de agua.
Hornear 30 minutos.
Al cabo de este tiempo, la carne estará tostada con un tono marrón-rojizo.
Sacar la rejilla del horno, pasar cada tira de carne por el adobo y ponerla de nuevo en el horno del otro lado. Hornear 20-25 minutos.
Pasar las tiras a otra rejilla, (fría).
Untarlas inmediatamente, la carne tiene que estar muy caliente, con miel por todos los lados, incluido el interior de los cortes.
En un cacito llevar a ebullición el líquido de maceración reservado y el de la rustidera, reducir los dos líquidos hasta obtener una salsa, pasarlo a una salsera caliente, Trinchar la carne, presentar armadas las tiras y servir con la salsa.
Tradicionalmente se asa a la parrilla.
Los tiempos serán menores haciendo a la brasa, si éstas están fuertes.
Si la hacéis a la parrilla, a mitad de la cocción, metéis las piezas de carne en la marinada.
Los tiempos de horno son orientativos y dependen, como es obvio, del grosor de las tajadas.
Cuando troceéis la carne, hay que hacerlo con un cuchillo muy afilado, ya que hay que volver a reconstruir las piezas como si no estuvieran cortadas.
Podéis adornar el plato con unas verduras crudas torneadas.
|