Dejamos en remojo los garbanzos durante una noche entera. Al día siguiente los colamos y los batiremos con cuidado, añadiendo un poco de agua si la consistencia es demasiado sólida para la batidora.
Picamos finamente los ajos, el perejil y el cilantro. Lo juntamos todo, añadimos la levadura y los garbanzos. Salpimentamos y volvemos a batirlo finamente. Dejamos reposar la masa de faláfel durante por lo menos media hora.
Formamos las bolas con la masa, poniendo un poco de harina de garbanzo si la consistencia es muy líquida.
Freír en aceite bien caliente, en una sartén con suficiente aceite para cubrir las bolas. Daremos la vuelta a las bolas de falafel si es necesario y las sacaremos cuando estén doradas.
|