Se prepara un almíbar de azúcar con agua, sin dejar de remover para que el azúcar se disuelva.
Cuando esté echo el almíbar, se puede bañar con el aguardiente o con algún licor de frutas.
Se meten las castañas en tarros herméticamente cerrados y se añade el almíbar. Se deja reposar de quince días a un mes.
Se pueden servir las castañas junto con otros frutos secos, rociados con el jugo del almíbar.
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