En primer lugar se ha hervir, a ser posible al vapor, la calabaza ya pelada y sin semillas, hasta que consigamos es esté tierna.
En una cacerola se introduce la leche y la calabaza escurrida, se echa unas 8 o 9 cucharadas de azúcar, aunque eso es al gusto, se le echa una pequeña piza de sal, 1 cucharada colmada de maicena, 1 cucharadita de esencia de vainilla y una cucharadita rasa de café de agar-agar. Se ha de batir todo muy bien, hasta que la mezcla quede muy suave.
Se pone todo a fuego alto, y cuando hierva se deja 10 minutos a fuego medio pero todo el tiempo removiendo.
Para hacer el azúcar quemado, se ha de poner en un cazo y poner a fuego bajo durante unos segundos, cuando se empieza a derretir, se ha de remover y se le agrega la cucharadita de zumo de limón para que no cristalice. Retiramos del fuego y se agrega el agua caliente poco a poco se se vuelve a poner al fuego. Deja hervir hasta que tome una consistencia de jarabe.
Se insertará una cucharada de este caramelo en el fondo de cada molde individual y rellena con el flan hasta el borde. Deja entibiar y mete en el frigorífico unas 2 horas.
En el momento de servir, se desmolda sobre un plato poniéndolo bocabajo.
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