En un vaso alto de batidora, batimos la harina y parte de la leche hasta que tengamos un batido espumoso.
Ponemos la mantequilla en una sartén a fuego moderado. Cuando esté derretida incorporamos poco a poco, y sin dejar de mezclar en ningún momento, el batido.
Cuando hayamos acabado el batido, añadimos poco a poco el resto de la leche, mezclando en todo momento para no formar grumos.
Cuando la bechamel tenga una consistencia espesita, le añadimos una pizca de sal, mezclamos un poco más y la retiramos del fuego.
Abrimos la cola de la merluza por la barriga y con mucho cuidado para no romper la piel del otro lado, le sacamos la espina central.
Una vez que tengamos la cola de la merluza abierta, como si fuera un libro, cubrimos la mitad con una capa de bechamel. Encima le colocamos las colas de langostinos y encima de los langostinos colocamos el bacón en tiras. Volvemos a cubrir con otra capa de bechamel y cerramos la merluza, atándola con una cuerda para que aguante su forma.
Pelamos y laminamos las patatas. Las ponemos en una fuente, las salpimentamos y las bañamos con un chorrito de vino y otro de agua. Introducimos la fuente en el horno y horneamos durante 10 mins a 180º.
Cuando estén medias hechas, colocamos la cola de merluza encima. La bañamos con un chorrito de aceite virgen extra, un poco más de vino y de agua, y volvemos a introducir la fuente en el horno durante 20 mins a 180º.
Cuando la merluza esté en su punto, le sacamos la cuerda y la colocamos en una fuente de servir. La rodeamos de las patatas, espolvoreamos con perejil picado y bañamos con un poco del jugo que nos ha quedado después de hornear.
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