Sazonamos y le echamos un corro de aceite de oliva a la ventresca de bonito.
Hacemos un majado con el perejil, los dientes de ajo, el piménto (al gusto), la pimienta, el vino blanco y una piza de sal, para ello usaremos un buen mortero.
Rociamos la ventresca de bonito con el preparado anterior e introducimos el bonito al horno, precalentado a unos 230 ºC, lo dejaremos durante unos 6 o 7 minutos.
Una vez hecha la ventresca de bonito, la serviremos vertiendo el jugo de la cocción por encima y aprovecharemos para rectificar de sal.
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