Se pone a cocer la pasta con sal y un chorrito de aceite. Se prepara la bechamel.
Los dientes de ajo se pelan en láminas muy finas y se pica la cebolla, se doran en la sartén con un poquito de aceite.
Después se añade la pasta ya cocida y escurrida, se rehoga todo durante dos minutos y se coloca en una fuente. Se le añade la salsa bechamel, se espolvorea el queso rallado y se gratina.
Mientras está en el horno, se corta el salmón en láminas muy finitas, salpimentar al gusto y se dora en una sartén con un poco de aceite luego se añade el salmón a la pasta y está listo para comer.
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