Pon una cazuela las patatitas, agua y sal. Cuécelas durante 12 minutos, aproximadamente. A continuación, escurre el agua de la cocción, pélalas y resérvalas. Pon en una sartén cinco cucharadas de aceite de oliva, y cuando esté templado, agrega las chalotas peladas y cortadas en plumas, el diente de ajo prensado y la sal. A continuación, déjalo que se poche a temperatura muy suave, hasta que la cebolla adquiera un color marrón clarito. Dora en mantequilla las dos rebanadas de pan, y una vez fritas, ponlas en el mortero. Agrega las anchoas, la pimienta negra y machaca todo hasta conseguir una pasta compacta. Agrégala a la chalota, junto con el vino. Mezcla bien y mantén el fuego muy suave hasta que la sirvas. Casi al final de la cocción, agrega la cucharada de miel hasta que se disuelva. Pon en una sartén tres o cuatro cucharadas de aceite y ve haciendo poco a poco las chuletas de jabalí, sazonándolas con sal según vayas dándoles la vuelta. Mientras tanto, en otra sartén, pon tres cucharadas de aceite y dora las patatitas, salpicándolas con orégano y romero. Distribuye la salsa en cuatro platos amplios, pon encima una chuleta y unas patatitas recién salteadas. |