Licuar o batir las zanahorias y mezclar en un bol con el azúcar. Exprimir las naranjas y mezclarlas con las zanahorias y el azúcar.
Meter al congelador durante una hora aproximadamente. Sacarlo y volver a batir, y así cada media hora aproximada unas cuantas veces, hasta conseguir la textura de sorbete.
Servir en copas y decorar con unas hojitas de menta.
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