Cortar el tomate en rodajas.
Colocar tres rodajas en el centro de cada plato.
Espolvorear el tomate con el ajo y el perejil picados.
Colocar los lomos de sardinas cortados a la mitad con la piel hacia arriba.
Verter con una cuchara la vinagreta alrededor del centro de cada plato.
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