Disuelve la gelatina y el azúcar en una taza de agua caliente.
Agrega 1/2 taza de agua fría y deja reposar. Tritura las galletas en migajas finas.
Pasa el contenido de la lata de piña por un colador para separar la fruta del sirope o almíbar.
Pon la leche evaporada en un recipiente y bátela hasta que la mezcla se vuelva una crema densa y comience a levantarse.
Agrega la gelatina y el almíbar al batido y revuelve nuevamente.
Coloca una fina capa de las migajas de galletas en la base de un molde de horno, luego pon una capa de crema y una capa de trozos de piña.
Pon otra capa de migajas de galletas y sigue el procedimiento hasta que el molde esté lleno. Refrigera 4 ó 6 horas antes de servir.
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