Picamos el repollo en trozos pequeños y los introducimos en agua caliente y sal donde lo pondremos a cocer. Lo dejaremos hirviendo unos 20/30 minutos en la cazuela y después de esto lo dejamos escurrir.
Mientras haremos la salsa de tomate, para ello cogemos el aceite de oliva en un sartén y picamos tanto la cebolla, los dientes de ajo, el perejil, la zanahoria y los pimientos todo ello en trocitos muy pequeños.
Lo sofreímos todo hasta que la cebolla esté con un tono dorado, entonces introducimos la sala de tomate frito y lo removemos un poco hasta que de llegue al hervor.
Reservamos la salsa de tomate.
Para la salsa
bechamel cogemos un cazo y ponemos la leche a calentar mientras en otra cacerola ponemos un poco de mantequilla y una vez derretida esta le añadimos las 4 cucharadas de harina, removemos hasta que quede la harina un poco dorada.
En ese momento le vamos echando la leche muy poco a poco y vamos removiendo. Si queda la
bechamel muy espesa añadimos algo más de leche y si está muy líquida le introducimos harina, jugamos con ambos ingredientes hasta conseguir la textura que queramos, en este caso debería de ser algo ligera. La sal la incorporaremos al terminar de echar la última leche en el cazo. Lo dejaremos todo ello cocer unos 5 minutos mientras lo removemos para que no se pegue en el fondo.
Reservamos la
bechamel y a continuación hacemos la receta en sí, ya que si tenemos la
bechamel y la salsa de tomate comprado, no haría falta hacer los dos pasos anteriores.
Un pequeño truco para que nos quede rico este plato es que si hacemos nosotros la
bechamel no se puede reservar mucho tiempo, una vez lista habrá que hacer el resto del plato antes de que enfríe.
Para montar este plato cogeremos una bandeja onda del horno y echaremos los ingredientes ya reservados haciendo capas, la primera con la mitad de la salsa de tomate, la segunda con la mitad del repollo, encima irá la otra mitad del tomate y sobre esta la otra del repollo. Por último se introducirá la
bechamel sobre todas ellas y para rematar, dejaremos unos trocitos muy pequeños de mantequilla sobre toda la
bechamel para que al hornear de un tono dorado.
Introducimos la bandeja al horno precalentado a 180º C y lo dejaremos hasta que la
bechamel forme una costra dorada, lo que llevará unos 15/20 minutos.
Se sirve el plato caliente.